lunes, 4 de julio de 2011

II Festival Ciudad de la Raqueta – Cronopios, Los Secretos y Hombres G – Match Ball para la música


La pista central de la Ciudad de la Raqueta, complejo tenístico situado en el madrileño barrio de Montecarmelo, acogió el II Festival Ciudad de la Raqueta, con el único y altruista fin de que en un mismo sitio se dieran cita actividades siempre tan placenteras, culturales y saludables como el tenis y la música. Y la verdad es que por segundo año consecutivo la iniciativa resultó todo un acierto en cuanto a asistencia de público ya que los dos días el recinto completó su aforo.

A Kiko Tovar y a Miguel Dantart, miembros de Cronopios, grupo encargado ambos días del difícil reto de calentar tanto a los fans de Los Secretos como a los de Hombres G, los conocía por separado de sus actuaciones (y las mías) en la Sala Montacargas o en el Teatro Pradillo, ”apadrinados” por el entonces director de conciertos Ángel Soria. Sus canciones son sutiles, frescas, pegadizas, avaladas por unas letras inteligentes a caballo entre lo cómico y lo sarcástico, y su puesta en escena digna de elogio, aún sin contar con su batería por lo que la contundencia rítmica cojeaba de un pie. “Un Pingüino En La Ciudad”, “El Perrito Faldero”, “Circo Ambulante Musical”, o “Poltergeist”, hicieron las delicias de todos los presentes, citándonos a todos para el próximo día 7 de Julio que estarán descargando este inteligente material en la sala Galileo Galilei. No se olviden de su nombre ya que el futuro se ha encaprichado de ellos.

A estas alturas no les voy a descubrir nada nuevo de Los Secretos ya que sus 30 años de carrera hablan por ellos. La cuidadosa y dulce melancolía de sus canciones que tan sutilmente araña nuestros corazones haciendo nuestras sus vivencias tan personales sigue siendo una fórmula de éxito, no solo comercial sino de seguidores. Porque la complicidad de Álvaro y compañía con sus incondicionales es su arma más eficaz. La simbiosis entre el grupo y el público, responsable este último de la grandeza de los primeros como reconoció su alma mater en la presentación del tema “Pero A Tu Lado”, -“si la canción es algo hoy en día es gracias a vosotros ya que se ha hecho ahí abajo”-, es la misma que hay entre un cirujano y su bisturí. Ninguno son nada sin el otro. A las diez y media de la noche y ante más de mil seiscientas almas (la agradable noche también aportó su granito de arena), los acordes de “Por El Bulevar De Los Sueños Rotos”, acabaron con la espera y la calma. Luego acudirían a su obligada cita “No Me Imagino”, una preciosidad de canción que incomprensiblemente desaparece y regresa al repertorio de los madrileños, “No Sé Si Se Acuerda”, “Colgado”, un tema en el que Álvaro asumió la responsabilidad del solo de guitarra, “La Calle Del Olvido“, “Agárrate A Mí, María”, o “No Vuelvas Nunca Más”. Como primicia Los Secretos tocaron dos canciones adelanto de su próximo disco, las tituladas “Lágrimas Sin Nombre”, maquillada con la mandolina de Ramón Arroyo, y “Trenes Perdidos”, del maestro Jesús Redondo, ambas en la línea de melancolía sublime (no confundan con depresión) y llena de buen gusto que caracteriza al grupo. Completaron la primera parte del repertorio las canciones “No Digas Que No”, “Y No Amanece”, “Nada Más”, bellísima y algo ralentizada versión del tema del grupo Mama, “Buena Chica”, “Ojos De Perdida”, que el público coreó y bailó extasiado, y “Déjame”, canción “que ya no es de Los Secretos, es de la parte más importante de Los Secretos que es su público”.

Para los bises, después de una hora y diez minutos de auténtica locura musical, se reservaron las “delicatessen” “Aunque Tu No Lo Sepas”, Sobre Un Vidrio Mojado”, “Gracias Por Elegirme”, con Ramón Arroyo simulando una pedal steel guitar, la omnipresente Ojos De Gata”, “Otra Tarde” y un medley de temas de los ochenta con los que el respetable, que no se cansó de animar durante las casi dos horas de concierto, cubrió su cupo de baile. Y nada más (y nada menos). Los asistentes salimos (una vez más) con la satisfacción de comprobar que Los Secretos en concierto son siempre un aval de diversión, de buena música y de recuerdos inolvidables.

El primer día del mes de julio el II Festival de la Raqueta presentaba en concierto a Hombres G, recién aterrizados de su exitosa gira por América. Después de una ligera aunque molesta lluvia que amenazó la celebración del mismo, a las diez y veinticinco de la noche salían a escena unos esperadísimos Hombres G (que también llenaron la pista central como ya lo hicieran Los Secretos el día anterior) que arrancaron su repertorio con “Soy Como Tu”, un tema algo lento para empezar un concierto que aceleraron con “El Ataque De Las Chicas Cocodrilo”, “El Secreto De Vivir”, “Si No Te Tengo A Tí”, cantada, como casi todas los canciones de la actuación, por un público súper entregado, “Esta Tarde”, “Me Siento Bien”, que David Summers dedicó al respetable y el respetable le correspondió bailándola y cantándola, “Esta Es Tu Vida”, “¿Qué Soy Yo Para Tí”, “Temblando”, con David solo en el escenario con la única compañía del teclado, y “Vete De Mí”.

Cuarentones y cuarentonas, aquellos quinceañeros de entonces acompañados por los jóvenes de ahora, siempre fieles a la filosofía juvenil del grupo, arroparon a sus ídolos en sus letras con sus bailes y su aliento, demostrando que Hombres G es un grupo que ha evolucionado con el paso de los años, un paso de los años que no les ha tratado tan mal. “Te Quiero”, una balada que nunca puede faltar en el repertorio de los madrileños, la fabulosa “Indiana”, “En La Playa”, “Separados“, “Lo Noto”, “Dejad Que Las Niñas Se Acerquen A Mí”, la preciosa “No Te Escaparás”, “Nassau”, “Suéltate El Pelo”, y “Visite Nuestro Bar” completaron la primera hora y media de concierto antes de que el grupo volviera, por dos veces, a salir a escena para interpretar el muy apropiado rock n´roll “Voy A Pasármelo Bien”, “Tengo Una Chica”, la entrañable “Porqué No Ser Amigos”, “Venecia”, introducida “a cappella“ por el batería Javi Molina, acompañado al teclado por un incombustible Jason Paradise, el quinto “Hombre G”, “Marta Tiene Un Marcapasos”, cantada por petición expresa del grupo por todos los asistentes y con un solo espectacular a cargo de Rafa Gutiérrez, quien con su inmaculada rickenbacker roja a la espada emuló al genio de Seatle, y “Sufre Mamón”, tema con el que media hora más tarde pusieron punto y final a su memorable actuación. Hombres G han vuelto con más fuerza y más juventud que nunca demostrando así que cualquier tiempo pasado siempre fue peor.

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