lunes, 25 de abril de 2011

POR LA VECINA DE ENFRENTE

HAY locos convincentes que se creen que el mundo es suyo
porque firman los billetes.
Hay locos que se apellidan Aznar,
locos que han llegado a ser presidentes.
Y yo estoy loco de atar por la vecina de enfrente.

Hay locos tan valientes que se atreven a jugar
a la ruleta con la vida de la gente.
Hay locos por Amor,
tantos locos que apostamos por un mundo diferente.
Y yo estoy loco de atar por la vecina de enfrente.

¡Cuántas veces he soñado perderme!
entre los muslos de esa seductora
con la precisión de una calculadora.

¡Cuántas veces he soñado perderme!
entre los muslos de esa seductora
con la precisión de una calculadora.

Hay locos indecentes que engañan al personal manipulando la tele.
Hay locos impotentes, tantos locos mal nacidos
que pegan a las mujeres.

Y yo estoy loco de atar por la vecina de enfrente.

Y yo estoy loco de atar por la vecina de enfrente.

Y yo estoy loco de atar.

Por la vecina de enfrente.

Por la vecina de enfrente.

Y aquella que jamás saludaba cuando el destino calculador,
en el ascensor y a la misma hora siempre nos juntaba.
Después de mil noches de Amor
y de otras tantas mañanas apasionadas
reconoció que es mucho mejor
ser la mujer de fulano de tal que una fulana cualquiera
y hoy devota de San Cristian Dior
cambiaría esta vida y las mil vidas siguientes
por ser la señora... del vecino de enfrente.

Del vecino de enfrente.

Del vecino de enfrente.

Del vecino de enfrente.

Que es un servidor.


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