jueves, 16 de febrero de 2012

Entrevista a Asunción Ramírez - “La Vida No Vivida” – “La Vida No Vivida” se basa en sentimientos que de una u otra manera todos alguna vez en nuestra vida hemos experimentado

La noche que entrevisté a Asunción Ramírez, autora de la novela titulada “La Vida No Vivida”, aprendí que vivir es lo mejor que ha podido sucederme. Una entrevista que disfrazada de amena conversación nos embelesó hasta bien entrada la madrugada, entre versos de Machado y citas de Miguel Hernández. Lean y serán partícipes de ese deleite.


¿Qué se va a encontrar quien lea “La Vida No Vivida”?

Quien lea “La Vida No Vivida” quizá más que leer una novela va a sentir que está viendo una película. La vida de las dos protagonistas se desarrolla  mediante un cruce de historias que viajan del pasado al presente, jugando constantemente  con un espacio temporal no lineal que obliga al  lector a mantener su atención constante pero, es precisamente esa circunstancia la que le atrapa y envuelve.  El lector se va a ver sumergido en una lectura de ritmo ágil, casi frenética; una lectura cargada de sentimientos. El amor, la ingenuidad, la inocencia, las dudas, el egoísmo, el desencanto, la tristeza, la esperanza, serán la razón de ser o incluso de “no ser” de sus protagonistas. Y todo ello rodeado de un misterio por resolver que estará latente durante toda la lectura pero que no verá la luz hasta el final de la novela.

¿Y por qué un título tan metafórico como “La Vida No Vivida”?

Hay veces que en la vida, y especialmente cuando eres joven, las decisiones que tomas pueden llegar a condicionar tanto tu futuro hasta el extremo incluso de dejarte sin él. El título de “La Vida No Vivida” intenta abarcar bajo cuatro palabras la reflexión acerca de todo aquello a lo que uno renuncia sin saberlo: la vida que dejará de vivir y los sentimientos que no llegará a conocer cuando, como fruto del  desencanto, se toman decisiones extremas.

¿Cómo defines “La Vida No Vivida” y en qué género la sitúas?

La definiría como una novela cargada de sentimientos, de pasión, de inocencia, de amor y como no podía ser de otra forma de desencanto, de melancolía, de desamor. Ni más ni menos que el reflejo de lo que es “una vida vivida”.  Con respecto al género, los expertos en estas cuestiones que la han leído la encuadran dentro del género “realista-psicológica”.

¿Y a qué público está dirigida?

Cuando escribí la novela en ningún momento me planteé a qué tipo de público podría interesarle. Una vez que la novela se ha empezado a distribuir y a leer, me ha sorprendido mucho el abanico de edades de las personas que me trasladan su opinión comentándome que la novela les ha atrapado y que han disfrutado con su lectura. En principio, los más jóvenes me comentan con entusiasmo lo fácil y amena que resulta su lectura y lo identificados que se sienten con sus personajes principales, con las situaciones a las que se enfrentan y los sentimientos que transmiten. Entre los adultos, personas ya maduritas como nosotros, !ja,ja!, bueno, como yo, que tú eres más joven, los valores que más destacan son el ritmo, la originalidad del cruce de historias, la  sensualidad de algunas escenas, la forma de describir sentimientos tan íntimos con tanta sutileza y bueno, en lo que todos, tanto jóvenes como adultos están de acuerdo es,  por un lado, en la necesidad de seguir leyendo, en que una vez que empiezas no puedes soltarla y por otro, la forma inesperada y sorprendente, pero a la vez creíble, de resolver el misterio que acoge entres sus páginas.


Esta es tu primera novela. ¿En qué te has inspirado para escribirla?

Curiosamente para escribir “La Vida No Vivida” me he inspirado en  “La vida vivida”. La novela es el resultado de bucear en mi interior, de volver la vista al pasado y de acompañarla con un poquito de imaginación de todo aquello que fue o pudo haber sido. 

¿Tendrá continuación?

En “La Vida No Vivida” hay historias que necesariamente debían tener un final; sin embargo, hay otras que han quedado sin concluir de forma intencionada.  En principio, no me ronda por la cabeza dar continuidad a la novela. Es cierto que más de un lector me lo ha sugerido, pero en vez de darle continuidad prefiero que sea la imaginación de cada uno la que elija el cierre de las historias que más le guste y que cada uno concluya “La Vida No Vivida” como mejor le parezca.

¿Y cuánto hay en ella de realidad y cuánto de fantasía?

La novela está basada en hechos reales. Hay personajes en los que la realidad y la fantasía conviven a partes iguales y algún otro que directamente se ha apoderado de una parte completa de mi vida; eso sí, introduciendo por suerte unas dosis de imaginación en torno a lo que pudo haber sido y no fue.

¿Cómo consigue "enganchar" al lector un libro como “La Vida No Vivida”?

Por lo que me comentan los que lo han leído, la forma en la que está narrado, intercalando las historias y utilizando tipografía distinta para diferenciar la puesta en escena de cada personaje ha dado a la novela una agilidad, un dinamismo especial que empuja a su lectura. Por otro lado creo que el lenguaje es sencillo, directo y espontáneo, lo que hace que la historia se sienta cercana y creíble. Y por último la temática principal basada en sentimientos que de una u otra manera todos alguna vez en nuestra vida hemos experimentado hace que el lector se sienta identificado y reconocido en alguno de los personajes, sienta su proximidad y necesite saber cómo acabará todo.

¿Qué es lo que te resultó más difícil a la hora de escribirla?

Pues, aunque parezca mentira, lo más difícil fue decidir el tiempo y la forma verbal. Dudé bastante acerca de si narrarla en primera o en tercera persona y en si era conveniente o no introducir diálogos. Después de unos “experimentos” tomé la decisión de dar voz a las protagonistas y que fueran ellas las que nos narraran la historia en primera persona. A partir de ahí todo me resultó mucho más sencillo y casi sin darme cuenta la novela fue tomando consistencia.

¿Las ideas llegaban sobre la marcha o ya habías elaborado un primer boceto de lo que más tarde sería “La Vida No Vivida”?

Cuando empecé a escribir “La Vida No Vivida” en mi mente sólo estaba la idea de trasladar al papel la historia de Cris. Quería hacerlo de una forma original, diferente, pero  lo cierto es que no tenía elaborado ningún boceto ni esquema. Tenía claro que no quería contarla de forma secuencial y también tenía claro que iba a introducir un personaje como el de Lucía que diera frescura a la historia, que la hiciera respirar. El resto de los personajes fueron surgiendo sobre la marcha, sin pensar, es como si ellos mismos hubieran decidido formar parte de ella y narrar sus peripecias. Además, a la hora de escribirla fui bastante anárquica; después del título, casi lo siguiente que escribí fue el final y, dependiendo del estado de ánimo con el que me levantaba, me centraba en la historia de un personaje o en la de otro.

¿Cuánto tiempo te llevó escribirla?

La historia la escribí aprovechando el tiempo “libre” con el que me obsequió una lesión que me tuvo inmovilizada durante cinco meses. Lo cierto es que, lejos de desesperarme, esos meses los recuerdo como un tiempo feliz en el que disfruté con la ilusión de ponerme frente al ordenador para dar vida a Hortensia, sentir la inocencia de Cris, angustiarme con las dudas de Lucía o simplemente pasear por el pueblo de “El Hornillo” entre cerezos y pinos.  

¿Dónde se puede adquirir el libro?

El libro está disponible en “La casa del Libro” (Gran Vía, Hortaleza, Fuencarral, etc.). En los centros “El Corte Inglés” de Madrid, Málaga, Valencia y Barcelona. En la librería Fragolina (Las Rozas), en la librería Universitas (Badajoz), en la librería Méndez (Madrid), y para aquellos que la quieran adquirir a través de Internet en La Casa del libro on-line, y en El Corte Inglés libros on-line.

Algo que no hayas contado todavía de la novela.

Pues, me gustaría contar que el personaje de Lucía inicialmente no iba a ser el que ha terminado siendo, pero voy a tener que mantenerlo en secreto porque si cuento quién iba a ser Lucía, desvelaría el misterio que acompaña a los personajes durante la novela.


¿Cómo y cuándo inicia Asunción Ramírez su amor por la literatura?

Generalmente el amor hacia un arte no suele surgir de forma espontánea, normalmente alguien te guía, encamina tus pasos. En mi caso, a los doce años tuve la suerte de contar con una profesora excepcional, Maite, amante de la literatura, que gracias a su capacidad y sensibilidad supo transmitirme su pasión y convertirla en mi pasión. También a este amor contribuyó en gran medida mi hermana Esperanza. Cuando éramos jovencitas ella ahorraba la paga del domingo para comprar libros y pósters de Antonio Machado mientras que yo, mucho más superficial (y algo más joven), ahorraba para comprarme unos vaqueros. Con los años, empezamos a intercambiar; ella se ponía mis vaqueros y yo me sumergía en la lectura de sus libros. Así descubrí a Miguel Hernández, Juan Ramón Jiménez, Camilo José Cela, … y convertí la lectura en una de mis grandes aficiones.

¿Y por la escritura?

La escritura para mí siempre ha sido una fuente de desahogo. He recurrido a ella en los malos momentos, cuando algo me ha obsesionado o angustiado. Escribir hasta ahora había sido para mí una forma de liberar esa tristeza. Creo que la primera vez que escribí algo fue precisamente a los dieciséis años y en “La Vida No Vivida” recojo ese primer poema: “…Y de nuevo el viento, lamento de ilusión soñada, sigue peinando la sombra de la tarde, para dejar de sentirte tan sólo pasado”. Por primera vez, la escritura, en este caso de la “La Vida No Vivida” no ha sido el resultado de un mal momento sentimental o de una situación de angustia o de tristeza. Por primera vez he escrito en un momento en el que me sentía tranquila y feliz.

¿Crees que la literatura actual, o por lo menos la que tú lees, es el reflejo de la realidad que estamos viviendo?

No veo un reflejo directo de la realidad que estamos viviendo en la literatura actual, quizá porque yo me decanto en la lectura por una temática más asociada a los sentimientos y aquí no he notado cambios; seguimos amando y sufriendo como lo venimos haciendo desde nuestros inicios.

¿Y qué opinión te ofrece la literatura actual?

Hay tanto entre lo que escoger que muchas veces es difícil decidirse. Estoy un poco defraudada con escritores que para mí han sido un gran referente y que sus últimas publicaciones he sido incapaz de terminarlas. A veces pienso si esa necesidad de escribir con cierta regularidad para mantenerte ahí arriba no va en detrimento de la literatura. Por otra parte a raíz de esta primera experiencia he conocido a escritores noveles que no han conseguido dar eco a su primera novela y es sorprendente la calidad de alguna de ellas que probablemente no verán la luz.

¿Qué cualidades piensas que tiene que tener un buen escritor?

Imaginación, sencillez, originalidad, y por supuesto, todo aquello que se le presupone: conocimiento del lenguaje, capacidad de redacción, de expresión, etc. 

¿Qué harías para que la gente incremente sus hábitos de lectura?

La verdad es que es muy complejo. Creo que lo más difícil no es generar un hábito, lo más difícil es conseguir iniciarse en la lectura. El hábito se desarrolla
espontáneamente cuando una vez iniciado descubres todo lo que la lectura te aporta, a partir de ese momento el libro se convierte en un compañero inseparable. El momento tecnológico que vivimos con el mundo que se nos abre a través de internet,  las redes sociales, los juegos on-line, hacen que, especialmente la juventud se decante por estas alternativas de ocio frente a la tranquila y solitaria actividad de la lectura. Aún así, hay que hacerles ver que la lectura, además de entretenimiento, es una fuente de cultura y para llegar a ellos hay que explorar en cada caso cuál es el camino más adecuado. Yo personalmente estaba un poco desesperada por el escaso interés que mi hijo Alberto mostraba por la lectura. Siguiendo el consejo de mi hija Noelia, decidí comprarle unos cómics, y…!por fin se hizo la luz! En menos de una semana ya he tenido que comprarle el segundo volumen y esperemos que no sea el último. Ojalá que a partir de ahora la lectura sea para él al menos una alternativa a considerar y que con el tiempo se convierta en una necesidad.

¿Quieres añadir algo más?

Bueno Amado, pues darte las gracias por esta tarde tan agradable que hemos pasado charlando de “La Vida No Vivida” y animar al que no la haya leído a que lo haga y si le apetece a que me cuente su opinión en el blog de la novela (http://asuncionramirez.blogspot.com/)

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