No tengo el gusto de conocer a Evaristo Páramos. (Creo que) él tampoco me conoce a mí. Tuve la oportunidad de estrecharle la mano y la palabra cuando presentó su último disco titulado “Siglo XXI”, pero como él bien dice “por los hijos, lo que sea”. Y yo la noche de su presentación en el Breaking Bar del madrileño barrio de Hortaleza, tenía que cuidar de los míos. Otra vez será.
Editado por Maldito Records y grabado en The Rockstudios de Bilbao bajo la atenta mirada del genial Carlos Kreator, quien muy acertadamente ha trasladado al disco la esencia del grupo en directo, “Siglo XXI” no es un trabajo nada novedoso, ni en temática ni en estilo; aun así, es el mejor disco hasta la fecha de Evaristo y sus Gatillazo. Muy bien arropado por el protagonismo y la elegancia instrumental de Txiki y Ángel a las guitarras, Mikel al bajo y Tripi a la batería, el de Oñate, desde las primeras notas de “Hemos venido a divertirnos”, el tema que sin tapujos abre el disco, deja muy claros los principios contundentes que van a endulzar de cruda realidad los siguientes cortes. “Esclavos del siglo XXI”, elegido como single, es un tema que narra el devenir de una especie, la humana, en serio peligro no sé si de extinción pero seguro que de involución.
Describir en poco más de dos minutos el sentir dramático tanto en lo político como en lo social de todo un país que nos mal vende un ideal, la marca España, tan alejado de la realidad, no resulta complicado para una mente mordaz y bien educada en estas lides como la de Evaristo. Muestra de ello son los temas “Jota de la derrota”, perfecto para vestirlo de euforia sin límites en los conciertos, o “Un minuto de Libertad”, muy en la línea argumental de acoso y derribo de las conciencias adormecidas, seña de identidad de la casa. La rabia más visceral y reflexiva de este gallego de nacimiento pero vasco de adopción, se da cita en canciones como “La última patada”, una delicia más poética que musical – “solo tenemos Libertad de soportar esta violencia, matan la vida y por demás…, la inteligencia” - , “Nunca fui a la ikastola“, o en la metafórica “Los chicos están bailando“. Otros temas a destacar son “Otra canción para la policía”, “Es el odio” (Ignorancia)”, “Entorno” y “Crónicas de un cerdo”, que tan magistralmente pone punto y seguido a un disco que tendrá su merecida continuidad en directo. Quince temas con la actitud y valentía de siempre, que adoctrinan más que Bakunin y que sin pretender cambiar el mundo, si que despiertan conciencias. A la venta desde el pasado día 2 de abril.
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