lunes, 20 de mayo de 2013

Entrevista Andrés Suárez – No sé dónde acaba la música y dónde empiezo yo



Esta es la historia de un joven – protagonizada por el cantautor Andrés Suárez -, que cambió su Galicia natal por un Madrid insufrible pero insustituible, en donde el mar es una boca de riego y la arena una estación de metro en hora punta. El ferrolano llegó para deleitar con su música enhebrando la melancolía a través de las seis cuerdas de su guitarra. Como todos los principios aventureros el suyo no fue fácil. Aunque la familia y los amigos, que abrigan más que cualquier manta, hicieron de sus sueños precoces realidades. Y la vida, que a veces asfixia pero que nunca ahoga, se entonó con la letra de sus canciones. Hoy ese joven vive por y para la música. ¿Se puede conocer a un artista en veintidós preguntas? Lean la siguiente entrevista y sabrán la respuesta.

Andrés, con 30 años recién cumplidos, ¿crees en los sueños? ¿Los tuyos se cumplen?

Hay gente que para cumplir un sueño dejó atrás todo, que lo pasó muy mal. Yo, no. Yo he estado muy arropado por mi familia y por mis amigos. Por mis padres que nunca dejaron de ayudarme…

Han invertido en ti.

Han invertido en mi sueño. Quizás los comienzos no fueron tan dulces como este momento, aunque nunca dije que fuera un infierno de vida, que no podía más y que aquí me quedaba.

Andrés, ¿qué le debes a la vida?

Le debo que me haya unido a la música desde antes de nacer. Esta energía positiva y que me facilitara tanto las cosas para hacer realidad mis sueños. La vida se ha portado muy bien conmigo.

¿Y qué crees que le debes a la música?

No sé dónde acaba la música y dónde empiezo yo. No sé hacer otra cosa, no quiero hacer otra cosa y no me gusta hacer otra cosa. La música es mi forma de ser, de estar, de pensar,…

Tu último disco se titula “Moraima”. ¿Qué es “Moraima”?

He sacado discos en lo que tenía muy claro cómo se iban a titular. Con este disco era todo tan nuevo que no tenía ni título. Incluso la gente de EMI, una semana antes de publicarlo, estaba nerviosa porque no tenía un título. “Moraima” es un nombre que me genera mucha dulzura, …Es mi mejor obra. 

¿Sabes que Moraima es un nombre de mujer?

La música es mujer.

Y significa “mujer pasional que puede renunciar a cualquier cosa por estar con quien ama”. ¿Te define a ti?

Totalmente. Me tienes que mandar esa referencia. Con “Moraima” me están pasando cosas brutales. Me tenía que encontrar con este título. Creo que las cosas pasan por alguna cosa.

¿Podríamos definirlo como un disco recopilatorio con tres temas nuevos?

Un disco recopilatorio me suena a un disco de un artista que ya lo ha hecho casi todo y que quiere resumir su carrera. Y mi carrera está empezando. Este disco es una continuidad y un recuerdo de aquellos bares en los que toco, Libertad 8, Galileo Galilei, y en él se recogen los gestos de la gente que acude a verme. La selección de los temas del disco tiene mucho que ver con esos gestos.


¿Cómo defines tu música?

Yo me vendo muy mal. Odio las etiquetas pues pienso que son el peor de los nacionalismos. Te limitan alrededor de un término que ni tú sabes muy bien qué es; parece que de puertas hacia adentro está bien y que de puertas para afuera está mal. Si se me tiene que etiquetar hacerlo vosotros.

“Moraima” es un disco que te ha publicado EMI.

Si.

¿Qué crees que se pierde y se gana al estar en una multinacional como EMI?

Lo primero que he de decir es que tengo que morderme la boca y arrepentirme de mis opiniones de hace años con respecto a las discográficas, a las que tildaba de dictadoras y fascistas. Ahora hablo de mi caso. Yo he entrado en EMI y me han preguntado qué quería hacer, qué ciudades quería visitar, dónde quería tocar, … Aquello que me contaban en los años 90 de que tenías que hacer lo que te mandaban para no acabar de pleitos, para nada se cumple hoy en día. Me están respetando al 200%. Creo que no pierdo nada ya que estoy haciendo lo que siempre he hecho. He ganado a unos profesionales que me están facilitando las cosas. Toda mi vida tocaré en Libertad 8, estaré al lado de mi amigo Julián hasta que me muera. Aunque ahora, debido a mis compromisos, no puedo hacerlo. No me olvido del pasado y agradezco a esos locales la oportunidad que me dieron ya que sin ellos yo no estaría donde estoy.

Pero te ha servido para dejar la segunda división del underground y llegar a la primera del… ¿reconocimiento?

No. No creo que el reconocimiento tenga que ver con estar o no en una multinacional. Lo que siento es que la gente, pese a la crisis que estamos padeciendo, viene a verme. Hago lo mismo que hace 14 años.

Pero llegas a más gente.

Si, ahora llego a más gente. Aunque el reconocimiento viene dado por parte del público.

¿Y cómo se acaba firmando con EMI?

Se llega tocando en los bares. Un día te ve alguien que a su vez conoce a alguien de EMI y surge. Fue un noviazgo leve, fuimos muy despacio y creo que eso es un acierto.

¿Ha cambiado algo tu vida?

Ha cambiado el 400%. Esta es la segunda noche que paso en casa después de un mes. Estoy haciendo mucha promoción y ensayando mucho. Mis horas del día ahora las ocupan este disco que acaba de nacer. Aunque algunas veces, como norteño que soy, echo de menos el mar.


¿Qué expectativas tienes con “Moraima”?

Que me permita seguir viviendo de la música. Me gustaría mantenerme así. Y que siga esta gira. Y cuando acabe,  sacar otro disco y otra gira. Le doy más importancia a mi música que a mí mismo, y la quiero, y la cuido más que a mí. Quiero vivir toda la vida de la música.

¿Añadirías o quitarías algo ahora que está grabado?

Absolutamente nada. Tal vez añadiría una canción: “Si llueve en Sevilla”, que seguro meteremos en la reedición del disco. Si te digo que este es mi mejor trabajo es porque lo es. Con “Moraima” se alinearon los astros para que colaboraran en él los mejores profesionales.

¿Dónde podremos ver la próxima vez en directo a Andrés Suárez?

En la web www.andressuarez.es se puede encontrar toda la información. Me vienen a la memoria Las Palmas, Tenerife, Murcia, Mallorca,…

¿Tiene Andrés Suárez un público propio? ¿Cómo es el público de Andrés Suárez?

Es un honor ver a la misma gente en cada concierto. El disco se ha puesto en el número cinco pero mi público es el número uno. Un público es extremadamente cálido, muy fiel, que se ha quedado a mi lado y que es muy luminoso; un público con el que tengo un contacto permanente. Y eso es de agradecer.

Una sala talismán para tí.  

Libertad 8. Me ha dado mucha suerte. Aunque antes toqué en Zanzíbar o en El Rincón del Arte Nuevo, mi primer espacio fue Libertad 8.

¿Qué crees que aporta Andrés Suárez al universo de los cantautores?

Sinceridad. Soy un artesano que aporta su música.

¿Qué consejo darías a los grupos que están empezando en la música para que lleguen hasta donde has llegado tú?

Soy el menos indicado para dar consejos, pero mi madre me dio uno, válido para cualquier disciplina, y yo te lo reproduzco: trabaja hasta que te duela la espalda y al día siguiente, sigue trabajando. Porque el que siembra recoge.   

¿Algo nuevo que hayas oído y que te haya sorprendido?

Glen Hansard. ¡Es Dios! Descubrí su historia por casualidad; un músico que tocaba en la calle, que lo dejó todo por la música y que hoy tiene un Oscar. Cuando le escuché me volcó el alma. Glen Hansard es energía, dinámica, nervio puro, velocidad, volumen, tensión. Me ha marcado y me considero alumno suyo.

¿Quieres añadir algo más?

Que estoy de puta madre. Y muchas gracias, ha sido un placer.             

El final de esta bonita historia, feliz o no, lo escriben ustedes, los incondicionales que con su aliento y apoyo deciden si lo sueños se cumplen o no. Desde aquí le deseo a Andrés que siga cumpliendo los suyos. Porque soñar es la única manera de que merezca la pena seguir vivo. 

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