Rocktiembre 1978 fue el festival de la transición. Celebrado en la entonces descubierta Plaza de Vistalegre, lo allí acontecido quedó para siempre registrado en la memoria de presentes y ausentes gracias a que el evento fue registrado en una película-documental titulada “Nos va la marcha”.
Casi cuarenta años después se va a celebrar Rocktiembre 2016, un festival construido desde la melancolía que postula el recuerdo para disfrute y deleite de todos. La cita será el próximo día 17 de septiembre en la madrileña Plaza de Toros de las Ventas. El agradecido cartel (del que los más nostálgicos pueden echar en falta nombres como Obús o Rosendo), lo conforman Asfalto, Barón Rojo, Burning, Coz, Ñu y Topo.
Para hacernos eco de la magnitud del evento los protagonistas, esto es los músicos, auspiciados por Vicente “Mariskal” Romero, nos citaron a los medios de comunicación en una rueda de prensa celebrada en el recinto que acogerá el concierto. Entre otras cosas nos hicieron partícipes de que el festival, cuya idea se fraguó en una fiesta en una mítica sala de la noche madrileña, es algo más que un concierto ya que con él se pretende recrear, reactivar y celebrar - sobre todo celebrar -, el rock de los años setenta. Según Lele Laina (Topo), “reivindica un terreno del rocanrol que se ha quedado apartado. Parece que todo empezó con 'La Movida’… Justo antes existió un movimiento importantísimo recordado continuamente por mucha gente… Estoy seguro de que la plaza va a estar a reventar”. Juan Márquez (Coz) apuntaba que “todos estamos de acuerdo en que aquel festival fue el festival de la transición. El titular para éste lo tendrán que poner ustedes los periodistas… El rock de entonces sigue estando ahora y seguirá estando mañana”. Y Julio Castejón (Asfalto) remataba la faena (permítanme el símil taurino tan apropiado para la ocasión) diciendo que “es un momento extraordinario para que la gente compruebe que los grupos de aquella generación seguimos mostrando, algunos incluso mejor que nunca, quienes somos y lo que hacemos. Es un estímulo para seguir haciendo música”.
Los grupos, que contarán con colaboraciones durante su hora de actuación en un orden que todavía no se ha establecido, no preparan un repertorio ex profeso para ese día. Según Jose Carlos Molina (Ñu) “lo más importante es tocar las canciones que más nos han dado a conocer de cara al público. No es el momento de experimentar con canciones de los últimos discos; lo normal es tocar los temas clásicos”. Según Juan Márquez “cada banda tratará de captar nuevos adeptos para la causa del rocanrol”.
La guinda graciosa la ponía Johnny Cifuentes (Burning) al comentar que “lo importante es pasar esa noche con todos estos amigos,…Es todo un honor. Me hace sentir bien. ¿Qué vamos a hacer Burning esa noche? Es incierto, faltan unos meses…Espero que todos estemos todavía por aquí”.
Si esperan ver a los hermanos de Castro tocando con Coz o a Jose Luis y “Lele” con Asfalto, háganlo sentados. Las palabras de Juan Márquez son bastante clarividentes: “A tantos años vista, con la carrera que llevamos y aquí nos veis a todos juntos apostando por un cartel, por este concierto, por esta noche de rocanrol…Nos llevamos bien; todo eso puede tener morbo aunque lo cierto es que estamos aquí”.
Permítanme que concluya la crónica con el título del mítico disco de Johnny Winter que explica a la perfección lo vivido por los asistentes a la rueda de prensa: “Still alive and well”.
Casi cuarenta años después se va a celebrar Rocktiembre 2016, un festival construido desde la melancolía que postula el recuerdo para disfrute y deleite de todos. La cita será el próximo día 17 de septiembre en la madrileña Plaza de Toros de las Ventas. El agradecido cartel (del que los más nostálgicos pueden echar en falta nombres como Obús o Rosendo), lo conforman Asfalto, Barón Rojo, Burning, Coz, Ñu y Topo.
Para hacernos eco de la magnitud del evento los protagonistas, esto es los músicos, auspiciados por Vicente “Mariskal” Romero, nos citaron a los medios de comunicación en una rueda de prensa celebrada en el recinto que acogerá el concierto. Entre otras cosas nos hicieron partícipes de que el festival, cuya idea se fraguó en una fiesta en una mítica sala de la noche madrileña, es algo más que un concierto ya que con él se pretende recrear, reactivar y celebrar - sobre todo celebrar -, el rock de los años setenta. Según Lele Laina (Topo), “reivindica un terreno del rocanrol que se ha quedado apartado. Parece que todo empezó con 'La Movida’… Justo antes existió un movimiento importantísimo recordado continuamente por mucha gente… Estoy seguro de que la plaza va a estar a reventar”. Juan Márquez (Coz) apuntaba que “todos estamos de acuerdo en que aquel festival fue el festival de la transición. El titular para éste lo tendrán que poner ustedes los periodistas… El rock de entonces sigue estando ahora y seguirá estando mañana”. Y Julio Castejón (Asfalto) remataba la faena (permítanme el símil taurino tan apropiado para la ocasión) diciendo que “es un momento extraordinario para que la gente compruebe que los grupos de aquella generación seguimos mostrando, algunos incluso mejor que nunca, quienes somos y lo que hacemos. Es un estímulo para seguir haciendo música”.
Los grupos, que contarán con colaboraciones durante su hora de actuación en un orden que todavía no se ha establecido, no preparan un repertorio ex profeso para ese día. Según Jose Carlos Molina (Ñu) “lo más importante es tocar las canciones que más nos han dado a conocer de cara al público. No es el momento de experimentar con canciones de los últimos discos; lo normal es tocar los temas clásicos”. Según Juan Márquez “cada banda tratará de captar nuevos adeptos para la causa del rocanrol”.
La guinda graciosa la ponía Johnny Cifuentes (Burning) al comentar que “lo importante es pasar esa noche con todos estos amigos,…Es todo un honor. Me hace sentir bien. ¿Qué vamos a hacer Burning esa noche? Es incierto, faltan unos meses…Espero que todos estemos todavía por aquí”.
Si esperan ver a los hermanos de Castro tocando con Coz o a Jose Luis y “Lele” con Asfalto, háganlo sentados. Las palabras de Juan Márquez son bastante clarividentes: “A tantos años vista, con la carrera que llevamos y aquí nos veis a todos juntos apostando por un cartel, por este concierto, por esta noche de rocanrol…Nos llevamos bien; todo eso puede tener morbo aunque lo cierto es que estamos aquí”.
Permítanme que concluya la crónica con el título del mítico disco de Johnny Winter que explica a la perfección lo vivido por los asistentes a la rueda de prensa: “Still alive and well”.
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