Tres discos publicados…
Dos discos a la venta… Hemos trabajado en tres discos, el tercero en Argentina que no salió por cuestiones ajenas a nosotros.
Colaboraciones en televisión y ahora un musical. No hay quien te pare.
Ni quiero que nadie me pare (Risas). Todo lo que sea trabajo y verme encima de un escenario, bienvenido sea. Me considero artista y por eso, todo lo que tenga que ver con este mundo, si me preparo como me he preparado para todos los trabajos que he hecho, lo voy a hacer y lo voy a disfrutar como lo he hecho esta noche.
A mí me has convencido. Estuve en La Habana el en año 1998 y hay pasajes del musical que me han recordado muy gratamente mi estancia en la isla.
Pues yo no la conozco (Risas).
¿Y cómo se prepara un personaje como el de María Belén sin haber estado en la isla?
Para eso tienes que ser un poquito actriz y rodearte de gente cubana. Todo el elenco de artistas de la obra son cubanos. Cuando me estoy maquillando casi todos vienen a mi camerino a acicalarse y me cuentan cosas de su tierra. En un mes y medio de ensayos me enganchó su manera de ser, su manera de pensar, lo felices que son con casi nada, su filosofía de vida. Teniendo a la gente que queremos a nuestro lado y un techo que nos cobije…, tenemos que darle muchas gracias a Dios.
¿Cómo se te ocurre embarcarte en una aventura tan difícil como lo es un musical?
Estaba trabajando en “¡Qué tiempo tan feliz!”… En el programa tengo compañeros que conocen Cuba y que conocen a personas que trabajan en esta compañía. Se enteraron de que había un casting donde necesitaban a una española que cantara. Tuvimos un primer contacto con el director, Isdel Morí (que en la obra hace de yerbero y de “la negra”), me conoció y me dijo que había posibilidades pero que lo tenía que ver en las pruebas. Ha sacado cosas de mí que ni siquiera yo sabía que tenía. Después de pasar el casting y cuando ya formaba parte de la obra, me dejó innovar, sacar cositas mías,… Creo que ha sacado bastante jugo de mí. Mis compañeros han sido maestros y me lo han puesto muy fácil.
¿Qué le aporta a “Chayo Mohedano” el personaje de María Belén?
Mucho positivismo. Es lo que María Belén, que se deja sorprender de nuevo por la vida, tiene que darles a todos los que vengan a ver la obra.
¿Y qué le aportas tú a María Belén?
Mi toque andaluz (Risas). Hay frases que las he hecho muy mías. A mi marido y a mi padre les digo frases del guión (Risas). A María Belén le he aportado seriedad y mi toque andaluz, que me encanta (Risas).
¿Hasta cuándo estáis en cartel?
Hasta el 29 de julio. Llevamos en cartel desde el 27 de junio. Ha sido duro... Me está dando un aprendizaje que me encanta. Vamos a parar ya que julio ha sido algo difícil, a pesar de que no hemos tenido que suspender ningún día. A partir del mes de septiembre estaremos en Barcelona, Murcia, Valencia, Bilbao, Alicante,... Las fechas van a acompañar un poco más porque el musical gusta.
Un mes de representación da para muchas anécdotas. ¿Alguna que se pueda contar?
Te podría contar muchísimas. El director no quería que cantara “Ángel para un final“; quería que la sintiera. Un día, en directo, Yuro (su compañero de reparto) llegó con un anillo y una nota. La nota la tengo aquí: “Tu tía te manda un beso desde el cielo. Lo estás haciendo muy bien. Te amo”. Me imaginé a mi tía Rocío y me hinché a llorar. No podía cantarla. Que me perdone el público que asistió esa noche,… Nunca más me la ha vuelto a dar. Hay anécdotas muy bonitas. El primer beso que me dio el negro (Raudel) lo hizo con unas ganas que me quedé cortada. La gente disfruta de la obra pase lo que pase.
El público está contigo. Y eso es muy importante.
Sí. La escena del pasillo es un momento muy importante para mí, ya que estoy muy cerca del público. Yo les cantaría a ellos… Les veo por el rabillo del ojo y me llenan el alma. El teatro es muy gratificante.
También es muy emotiva la interpretación de “Muera el amor”
Es la primera canción que defiendo yo sola. Cuando leí el guión y me encontré con la canción,…No quería cantarla. Y no por nada ya que cuando me monto en el coche llevo a mi tía Rocío, en casa pongo a mi tía Rocío. Es parte de mí y la siento como tal, pero no quería que hubiera como una sombra, que nada enturbiara el musical con opiniones que se agarraran a esa canción diciendo: canta canciones de su tía (Rocío). En el musical defiendo mucho género muy variado. Otra artista también hubiera tenido que cantar “Muera el amor”. Por eso yo no tengo ningún reparo en cantarla. Además, describe a la perfección el momento que vive María Belén, que está desilusionada de la vida.
¿Y como defines “Habana Pasión”?
El título ya lo dice: pasión pura. Los cubanos tienen mucho que ver con los flamencos. Estar orgulloso de dónde vienes, de lo que eres, defender tus costumbres y apasionarte con lo que tienes. Personas maravillosas que lo que quieren es disfrutar de la vida. Y para eso tiene que haber pasión porque si no, no se disfruta.
Porque nadie consuela mejor que un cubano.
No lo sé (Risas). El primer negro de mi vida ha sido este (Risas). He tenido mucho contacto con mujeres cubanas pero con hombres cubanos,…ahora. Y es verdad que tienen mucho peligro (Risas). Tienen una manera muy especial de tratar y de mimar a la mujer. Y yo me encuentro en la gloria (Risas). Mi padre por aquí, los cubanos por allí, mi marido que viene casi todas las noches,…
¿Nos iría mejor si le pusiéramos a la vida más corazón que cabeza?
Para superar esta crisis hay que utilizar mucho la cabeza, hay que hacer muchos números.
El corazón no sabe sumar (Risas).
El corazón diría: a lo loco. Por apasionarnos con palabras de otras personas que ni siquiera las sentían, nos hemos confiado y nos ha servido para vernos en la situación que estamos ahora; una situación muy difícil.
¿Han venido a verte tus hijos, Antonio y Alejandra?
Sí, les encanta la música. Algo tendré que ver (Risas). Mi niño es muy flamenco (Risas). Aunque no me gustaría que se dedicaran a esto. Y eso que yo soy súper feliz encima de un escenario, pero es muy difícil. Cuando vienes de una familia que le ha dado tanto a esta profesión… Estamos en el ojo del huracán y eso no siempre es bueno.
Pero porque este país es muy injusto.
Sí, pero es mi país.
Sí, pero parece ser que lo que no sale en televisión no existe.
También es verdad.
Y nos creemos todo lo que sale en televisión. Yo quería haber empezado la entrevista diciéndote que eres más guapa en persona que en televisión y preguntarte que qué hay que creerse de lo que sale en ella.
(Risas). Poquita cosa. Pero luego la vida le pone a cada uno en su sitio.
¿A ti te está poniendo en tu sitio? ¿Tú sientes que es así?
Yo siento que es así.
Me alegro.
También es verdad que la vida tiene que darte oportunidades. Ven a verme al teatro y luego opinas. Estoy abierta a las críticas: positivas y negativas. A las positivas más (Risas). Lo que duele es cuando se meten con tu trabajo, que no es solo el tuyo. Cuando se ríen de tu trabajo se ríen del trabajo de mucha gente. Hoy en día es muy difícil apostar por un espectáculo y no es justo que alguien que no entiende opine de tu profesión. Tiempo al tiempo.
Porque las bocas que más opinan son las que menos entienden.
Nos dejamos engañar los oídos.
Convertimos los rumores en verdades absolutas.
Sí. Y luego la televisión tiene mucho poder, es el directo. Cuando tu vida personal interesa más que tu vida profesional, ésta pasa a un tercer plano.
¿Y después del musical?
En diciembre nos iremos a Japón con la Orquesta Filarmonía de Madrid. Agradezco que la gente de mi profesión me respete, que cuente conmigo y que me enseñe.
¿Sueles escuchar música? ¿Algo que hayas escuchado últimamente que te haya llamado la atención?
Sí. Desde Rocío Jurado, a Pastora Soler, amiga mía desde hace muchos años, Manuel Carrasco, de quien me gusta muchísimo cómo canta y lo que dice cuando canta, Dani Martín, Diana Navarro. En mi teléfono llevo muchísima música, toda comprada (Risas).
Para terminar, ¿con qué palabra resumirías tu trayectoria artística?
Esfuerzo.
¿Quieres añadir algo más?
Quiero que la gente venga a verme, que conozcan una faceta de mí, que es lo que soy, que me considero artista desde pequeña, que me siento muy cómoda en el escenario y que quiero compartirlo con toda la gente que pueda y que quiera venir a verme. Me entregaré como me he entregado hoy, como me entregué ayer y como me entregaré mañana.
¿Te has encontrado a gusto?
Estoy encantada. Gracias.
Un verdadero placer “Chayo”. Seguro que el tiempo te pone en el sito que te mereces. Si no lo ha hecho ya.
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