Desde el pasado 27 de junio viajar a La Habana ha resultado mucho más fácil y económico. Viajar en primera clase - la que tienen Rosario Mohedano (María Belén), Yuro Leyva (Juan), la Cuban Ensemble Orquesta, el Habana Pasión Ballet e Isdel Mori -, y aterrizar en el aeropuerto José Martí para hacer nuestras las experiencias que viven los protagonistas del musical “Habana pasión”. La Habana y Madrid viajan juntas y cogidas de la mano del amor, el que ilusiona, el que se escribe con mayúsculas, un amor que nos invita a bailar a ritmo de las canciones más sensuales y apasionadas de Compay Segundo, Pablo Milanés, Los Panchos, Celia Cruz o Rocío Jurado, por citar algunos. En las casi dos horas de representación el musical, tan variado como veraniego, engancha con la misma magia que engancha La Habana , de tal manera que a los afortunados que hemos estado allí, nos afloran sin querer los buenos recuerdos que la isla caribeña nos dejó para siempre grabados en la memoria.
En su debut como actriz “Chayo”, que en el musical canta, baila e interpreta, nos transmite ilusión y optimismo, a la vez que pasión y frescura. María Belén (el personaje que ella interpreta), aliviará sus penas (y las nuestras) a ritmo de chá cha chá, mambo, o salsa, ritmos muy bailables que conviven en perfecta armonía con otros de corte más clásico (ballet moderno) y aflamencado. El papel de Rosario es tan creíble porque María Belén es una mujer ilusionada y optimista, que se enamora, que siente, que sufre y se emociona. Como todos nosotros. Y por eso el público la adora. Una historia mil veces contada que nos parece novedosa debido al embrujo de los ritmos musicales y la entrega en cuerpo y alma de sus protagonistas. Dos culturas tan parecidas que se citarán para embelesarnos en el escenario del teatro Nuevo Alcalá hasta el próximo domingo día 29 de julio. Por favor, no pierdan el vuelo.
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