Toñy Espada
La verdadera magia es poder entrevistar a personas que como Rosana dan prioridad a lo importante sobre lo urgente, a personas que como Rosana visten la vida sin adornos, sin artilugios, sin hipocresías; que aman al prójimo como así mismas y que cuando abrazan contagian el “buen rollo” para darle al mundo siempre, por muy frágil y hostil que este sea, los buenos días.
Cuando quieras empezamos, Rosana.
Cuando tú quieras, cielo.
Rosana, ¿qué tal ha ido la gira por América presentando tu último disco, “Buenos Días Mundo”?
Todavía no ha terminado ya que volvemos a Norteamérica… Hay gira hasta finales del año 2013. Estamos hablando de un ratito (Risas). Desde que salió “Lunas Rotas” vamos a América hasta dos o tres veces con cada disco. En esta llegamos al Auditorio Nacional de Méjico en Enero. Teníamos tres fechas que luego fueron tres más. Empezar en Méjico nos dio muy buena suerte. Ha habido lugares en los que tocamos incluso dos veces, a las ocho y a las diez. El último concierto (de esta gira) que dimos en América fue en Guadalajara (Méjico).
¿Qué diferencias hay entre el público foráneo y el español?
El principio del concierto. Allí empieza como termina aquí (Risas). Es un recibimiento que solo he experimentado allí. Luego, cuando suena una canción, el mundo se unifica, el mundo parece uno. Y siempre suena afinado (Risas).
Porque tú eres una artista que deja que el público participe.
Mucho. Al principio no lo sabía y ahora lo sé: los conciertos son una excusa para quedar con la gente. Hay dos cosas que me apasionan, que son la música y la gente. Me gusta el ser humano, no lo puedo evitar; y no solo las personas que siguen mi música. Un concierto unifica música y personas. Y una canción no se termina de componer hasta que no se comparte. Esa es la finalidad. Cuando la gente canta mis canciones las doy por finalizadas. Es el regalo más bonito con el que puede compensarte la gente: que lleguen a explicarte una canción que tú escribiste (Risas). Y estoy segura de que tienen razón.
“Buenos Días Mundo” es un disco con un estilo más directo y rockero…
“Buenos Días Mundo” es un disco en el que está presente el sonido que llevamos en directo; una petición que desde hace mucho tiempo nos estaba solicitando la gente. Para mí el disco y el concierto son dos cosas divisibles. En el disco comunico pensamientos, emociones, sentimientos, y en directo los comparto. Dos cosas muy distintas. Las historias de este disco son más urbanas, que tienen que ver más con la calle, con el mundo, con las calles del mundo. Cuando estaba componiendo las canciones el sonido que me venía a la cabeza era más rotundo, más de directo.
¿Y has ganado más público con este sonido?
Es curioso. Con cada disco hemos ido sumando público. Siempre hemos visto niños; cuando ves niños, chavales, es que alguien te acaba de descubrir.
Yo era un niño cuando fui a tu primer concierto (Risas).
Hace dieciséis años (Risas). Nos ha pasado que, a partir del tercer disco, hemos ido viendo caras nuevas que se sumaban a las que ya conocíamos. He ido conociendo a gente nueva que me decía: “yo no tengo el resto de tus discos pero este…” (Risas).
Eso es muy importante.
Es una cosa muy bonita. Es curioso; los dos últimos discos nos han traído mucho público universitario. No sé muy bien si es por el concepto, si es lo que se habla, si es por cómo se cuenta, …
¿Crees que te hubiera costado más ser la artista que eres y llegar hasta donde has llegado si hubieras grabado hoy “Lunas rotas”?
Seguro. La industria de la música ha cambiado. Ha cambiado todo. En aquel momento veníamos de pasar una época rara en la música. Este momento es diferente. Ahora es el mecanismo que articula la forma de vida el que está mal, no tiene nada que ver con aquello. La época rara la estamos viviendo todos; ahora está mal todo. Hay mucha gente con muchos problemas. Esta situación ya la vivió la música hace mucho tiempo. La gente joven, los chavales, que tienen mucho y muy buenas cosas que decir, lo tienen más difícil. Se encuentran con un mundo bastante descolocado, frágil y caótico en algunos casos.
¿Sigues informada de los artistas que pasean su talento por Libertad 8?
Ahora no tengo tiempo para nada. Cuando tengo unos días, algún rato, me gusta acercarme, no solamente a locales de cantautores, ….Una cosa es que la industria de la música esté pasando un momento frágil y otra que la música esté pasando un momento malo. La música está en un momento excelente. Cuando pasan cosas frágiles en el mundo la música se vuelve todavía mucho más grande; porque hay muchas cosas que decir, muchas cosas que compartir.
¿Qué es lo último que has escuchado que te ha llamado la atención?
No tengo tiempo de escuchar nada. Últimamente tocamos tanto que nos escuchamos nosotros mismos (Risas).
Y el día en el III Festival de Música de la Raqueta.
El día 13 y 14, viernes y sábado, será la presentación, el inicio de la gira que comenzamos ahora en España.
¿Algo especial para ese concierto?
Si, pero no lo puedo decir (Risas). Si cuentas una sorpresa deja de serlo (Risas).
Invitas a la gente a que lo vea.
Si. Invito a tres cosas: La primera, que vaya la gente a verlo, la segunda, que agradezco que la gente vaya ya que la recaudación irá dirigida a que los chavales que van en silla de ruedas, los chavales con Síndrome de Dawn, aprendan a jugar al tenis, y lo tercero, que vayáis cómodos porque vais a sudar (Risas).
¿Quieres añadir algo más?
Muchas gracias por estar aquí.
¿Te has encontrado a gusto?
Mucho. Muchísimo, de verdad.
Y un abrazo más intenso si cabe que el que nos dimos al saludarnos, puso el punto y seguido a una entrevista que usted, amigo lector, podrá seguir escribiendo (con mayúsculas si es preciso) cuando disfrute del directo de Rosana en el III Festival de Música de la Raqueta. No se arrepentirá, se lo aseguro.
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