Como dijo Malú al principio de la actuación: “quiero que os vayáis todos de aquí con una sonrisa, la más grande del mundo”. Y así fue. Los presentes salimos del auditorio con la más grande de nuestras sonrisas, sabedores de que la solista había disfrutado viéndonos disfrutar con sus canciones. Lo demás ya es historia: una bonita historia.
“La Libertad de elegir ser esclavo” es un blog donde descubrirás mis secretos más apasionados y mis pasiones más secretas.
lunes, 24 de octubre de 2011
2011-10-21 - Teatros del Canal – Malú – “Como tú ninguna”
La nostalgia, la pasión, la rendición sin condiciones a un amor que siempre duele, los verbos en presente de frustración y derrota se conjugaron en la preciosa voz de Malú y se dieron cita en un puñado de historias que en forma de canciones nos trasladaron durante casi dos horas a un universo mágico que solo ella sabe retratar. La sala Roja de los Teatros del Canal, que para la ocasión colgó el cartel de no hay entradas, fue testigo de que el arte se escribe con mayúsculas y con las letras de su nombre: Malú.
Pasaban cinco minutos de las nueve de la noche cuando la madrileña destapaba el tarro de las esencias con “Vértigo”, una canción intensa y muy bailable (señas de identidad de casi todo su repertorio), perteneciente a su último disco, el titulado “Guerra Fría”. Vestida de riguroso negro bastó su bella presencia y su dulce voz - “Buenas tardes Madrid” -, para meterse en el bolsillo a un público ya entregado y predispuesto a disfrutar de la velada. Luego acudirían a su obligada cita “Te Conozco Desde Siempre”, “Diles”, maquillada por las seis cuerdas de una guitarra española y coreada por todos los presentes, “Ni Un Segundo”, y “Voy A Quemarlo Todo”, estas dos últimas rescatadas del disco “Guerra Fría”, y en las que Malú, consiguió por primera vez (luego vendrían muchas más) levantar de sus asientos a los allí presentes. Y es que la diva, arropada por siete músicos de una calidad suprema, se movía por el escenario como si fuera su propia casa, un escenario muy bien acondicionado y en el que las luces y el ventilador que acariciaba su pelo también aportaron su granito de arena al espectáculo.
Apuntar que los gritos desde la grada - “guapa”, “eres la mejor”, “tú sí que vales”, “como tú ninguna”, “ole tú” -, rompían continuamente el silencio contribuyendo a que el espectáculo ganara en intensidad y sentimiento. Continuó la magia y la entrega con los temas “Guerra Fría”, “Nadie”, “Ahora Tú”, “Me Quedó Grande Tu Amor”, que interpretó sentada en un taburete, “Que Nadie”, “El Apagón”, y “Así Lo Haré”. Con “No Me Extraña Nada”, introducida por unos riffs de guitarra muy rockeros, Malú dio por finalizada la primera parte del concierto; casi hora y media de intensidad sonora que continuaría, pasados escasos minutos, con el regreso de la solista al escenario para presentarnos a la banda y al equipo técnico y para interpretar “Aprendiz”, el éxito rescatado de su disco homónimo y que nos cantó sentada en el suelo y en acústico, formato heredado de una pasada actuación en Méjico. Un repertorio muy bien elegido del que no faltó “Devuélveme La Vida ”, canción que en estudio interpretara junto a Antonio Orozco; una actuación memorable a la que puso punto y final el tema “Toda”, segundo single del disco “Esta Vez” y hit del verano de 2001.
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