A las diez en punto de una apacible noche de domingo, después de un fin de semana algo agotador, sonaba el teléfono de casa.
- ¿Sí?
- Buenas noches, Amado. Disculpa que no pudiera atender antes tu llamada pero es que estoy enfermo…
La voz inconfundible de Salvador Domínguez, buque insignia de mil y un proyectos todos ellos de una calidad (y calidez) indiscutible, estaba al otro lado del auricular. Respondía al mensaje que yo, minutos antes, le había dejado grabado en el contestador. El guitarrista, siempre atento y con ganas de contestar a mis preguntas, convirtió la entrevista en una entretenida charla entre dos personas que se entienden porque hablan el mismo idioma: el de la música.
Salvador, ¿qué impresión sacaste del concierto del pasado 30 de mayo en la sala Live de Madrid?
Fabulosa. La gente volcada, conociendo y coreando los temas, desde el primero hasta el último. Estamos muy contentos con la reacción de la gente.
¿Por qué tanto tiempo sin actuar en Madrid?
Porque está la cosa muy jodida. Todos los promotores que han apostado dinero, lo han perdido. Me contaban el otro día que en Palma de Mallorca habían organizado un concierto y les había costado la hipoteca de su casa. En Pamplona, en Bilbao, en Andalucía. Hacemos todo lo que podemos con un mínimo de condiciones para que la gente salga contenta. Dentro de que estamos en España y que la situación está como está, exigimos un mínimo para tocar para que la gente disfrute. Aun así, estamos contentísimos. Hemos hecho cinco shows que han sido memorables para nosotros y para el público que ha venido a vernos. No veas la que se montó en el concierto de Valladolid. La gente percibe que somos unos auténticos profesionales y eso nos hace muy felices. Si te gusta la música, aprovecha y hazlo bien.
¿Dónde podremos ver la próxima vez a Banzai en directo?
Eso lo saben Alfredo y Chema. En cuanto nos llaman ensayamos en Barcelona y nos metemos en el furgón.
Y material nuevo, ¿para cuándo?
Falta por trabajar las letras. La música es mía y se la he pasado a (Jose Antonio) Manzano para que haga el texto. No podemos esperar mucho; calculo que el disco estará listo en cinco o seis meses. Y será un disco autoproducido.
¿Qué hace Salvador cuando no está tocando con Banzai?
Ocho horas de práctica de guitarra. Y si no, escribiendo algún método de guitarra o escribiendo algún libro en los ratos libres. Me gusta escribir libros sobre la guitarra. Empecé con “En la jungla de seis cuerdas”, (1990), luego continué con “Psicópatas del mástil”, (1999),…
Yo aprendí a tocar la guitarra con tu primer método.
No me jodas (Risas). Me lo dice mucha gente. Es lo que más me satisface de todo lo que haya podido hacer. ¡Qué orgullo! Lo de la enciclopedia que hice sobre el rock español estuvo bien porque no había casi nada o lo que había estaba equivocado. Desde Bruno Lomas hasta el año 1990,… Hay muchas cosas en el rock español que no sabemos y que hay que contar.
¿Qué crees que aporta Banzai al panorama musical actual?
Alegría y esperanza. Intentamos alegrar el ambiente rockero español y dar esperanza a la gente. Reírnos y pasarlo bien con la gente.
Un disco que destacarías de tu carrera profesional.
Me gustan mucho los dos discos que grabé con Tarzen (“Tarzen” y “Madrid”), “Psicópatas urbanos” (1998),... También me gustan el primer disco de Banzai (“Banzai”) por los temas y el segundo (“Duro y Potente”) por el sonido. En este último ya estábamos en WEA y firmamos directamente con Mariskal Romero y Paco Salazar.
Y un guitarrista que te haya influido en tu forma de tocar.
Principalmente, Jimi Hendrix y Jeff Beck. Luego, cientos de miles. Si quieres tener un poso musical potente tienes que analizar cosas de cada uno. No me influyeron al mismo nivel pero también lo hicieron Jimmy Page, y Ritchie Blackmore, y Michael Schenker, y Gary Moore, y Robert Johnson, …
¿Por qué reunir a Banzai y no a Tarzen?
A mí no me gustan los “revival”, pero cuando nos reunimos en el local de ensayo eso sonaba de tal manera que hubiera sido tonto si no me hubiera metido en ello. El sonido grabado de la batería de David, con Manzano cantando y Fredy, recién incorporado al grupo, a los teclados – “Tibu” nos había dejado colgados -, … un sonido muy bueno. Ahora sonamos cien mil veces mejor. Hemos homogeneizado el sonido de los temas y eso se puede apreciar en el DVD (“En vivo y potente”). Desde que desapareció Banzai en el año 1985 hasta ahora no he dejado de tocar, machacándome todos los días, y eso también se nota.
Desde tu experiencia, ¿qué consejo darías a los grupos que están empezando en el mundo de la música?
Que tengan mucha ilusión, que aprendan mucho, que no se corten, que viajen, que se la jueguen si realmente creen en lo que hacen y que tengan siempre el control de la situación. Que lean la historia de los “bluesman” para que vean lo dura que es la vida de un músico.
¿Como te gustaría que te recordaran?
Como el padre de mi hija.
Eso dice mucho de ti.
Como el papá de Paulita.
Eso llega y mucho.
Si.
¿Quieres añadir algo más?
Ha sido un placer hablar contigo porque entiendes de música. No te tengo que explicar nada, puedo hablar libremente porque todo lo entiendes.
El placer ha sido mío. Tu cercanía y sencillez, pudiendo alardear de un currículum tan exquisito como el tuyo, es digno de ejemplo. Es lo que nos pasa a los que somos personas antes que músicos (o periodistas).
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