sábado, 26 de marzo de 2011

LA FLOR DE SERRANO

LLEGÓ al barrio con 20 años metidos en un bolso de mano
aquel verano del 84 yo cumplí 16,
con la clase que da haber nacido en la calle Serrano,
con el morbo que tienen las musas del Pret a Porter.

Perfumada con esencia de gloria que empapa a las guapas
empachada de ese orgullo barato que seduce al andar
¡cuántas veces me habré despertado soñando que ella me miraba!
¡cuántas veces me hubiera gustado poderla besar!.

Con la carta de presentación de su culo y su escote
la hacían sentir la reina tuerta en el país de los ciegos por Amor,
aleccionada en el juego sin reglas de romper corazones,
encapricharse de las billeteras su más prometedora afición.

Por las venas de la noche cuantas “sirenitas” naufragan
corrigiendo el pedigrí de los hombres tan lleno de faltas.
Las arenas movedizas donde acostumbra el Amor
a descostrar las heridas,
sobornando al calendario se marchitó
la última flor de Serrano.

Defensora del más vale pájaro en mano que ciento volando
arrimó su vida a la de un jubilado de cama y pensión,
convencida de que el mundo vendría a comer de su mano
y el mundo gira más despacio si hay prisa en el corazón.

Y en vista de que el tiempo pasaba y el placer no llegaba
probó suerte con un tonto de baba de copa en Pachá,
convertida en la “niña” de tantos los fines de semana
la resaca de güisqui y farlopa no conduce al altar.

Cuando el tiempo te escribe el futuro en pasado imperfecto
ayer tarde la encontré mendigando en el Carrefour.
no te sobran dos pavos” me dijo, “salí ayer del talego”,
hace tiempo conocí a un muchachito igualito que tú”.

Por las venas de la noche cuantas “sirenitas” naufragan
corrigiendo el pedigrí de los hombres tan lleno de faltas.
Las arenas movedizas donde acostumbra el Amor
a descostrar las heridas,
sobornando al calendario se marchitó
la última flor de Serrano.



No hay comentarios:

Publicar un comentario